
No te fuiste del todo, aunque ya no estás,
seguís latiendo en lo que el tiempo no borra nunca.
Hay miradas que extraño, silencios que duelen,
y recuerdos que vuelven, aunque no los llamen.
No digo tu nombre, pero lo pienso seguido,
como quien guarda un secreto bien escondido.
A veces me pregunto si vos también sentís
que lo nuestro no murió, que solo duerme entre la gente.
No sé si el destino tiene planes para los dos,
si cruzaremos caminos, si vamos a hablar de "nosotros".
Solo sé que este amor, aunque quieto, respira,
como brasa que espera que el viento la avive.
No es despedida, tampoco es reclamo,
es un "aún te amo" que digo en voz baja.
Y si un día volvés, sin avisos ni prisa,
yo estaré donde siempre...
donde empieza tu risa.