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Un cuento conmovedor


La última carta

Una última carta, unas últimas palabras, un último adiós.

Por: Nahiara Castronuevo

Buenos Aires, 6 de agosto  de 2022

 

Querída Julia:

 

Esta es la última oportunidad que me queda para despedirme de vos, estuve buscando una manera y ésta es la mejor que encontré.

 

Nunca creí llegar a este punto, sin poder hablarte, sin poder escucharte, ni que me debatas todo y que me des tus opiniones sobre cada paso que doy; a veces pensaba que eso era irritante y que sólo hubiera querido que fueras menos mandona. Siendo completamente honesta, siempre tenías razón, siempre sabías que me chocaría contra la pared y nunca te escuchaba porque pensaba que en todo caso vos tendrías que ser la que me escuche a mí. Claramente estuve mal y te pido perdón por eso.

 

La realidad es que esas cosas que me hacían enojar son las que más extraño y las que más amaba. Obvio siempre amé esa parte de vos, esa parte líder, madura, educada, cariñosa, incluso cuando eras intensa al punto de fastidiar; eras sensible y enojona, te gustaba tener la razón siempre y ser el centro en todo. Nuestros mundos chocaban, ya que yo siempre fui completamente diferente a vos, pero a pesar de las diferencias te amaba y mirá cómo terminó todo.

 

El día que te diagnosticaron cáncer una parte de mí se desarmó por completo. Vos eras mi vida y perderte era lo que más me destruiría. De un momento a otro sentí la necesidad de volver a vivir todo para disfrutarlo como tenía que hacerlo y no como lo hice. Gracias a pensamientos así, me empecé a hacer la cabeza, pero tenía que seguir adelante por vos, eras la única razón por la que tenía la necesidad de hacerlo.

 

Desde ese preciso instante que el doctor me dijo tu situación empecé a disfrutar el poco tiempo que teníamos: el estar de médico en médico no era tan lindo, pero si estaba a tu lado nada más importaba, solo hacerte reír a pesar de lo que ocurría.

 

Estás en coma hace un mes y medio, ayer me dijeron que ya no te quedaba mucho y que era mejor despedirse de una vez pero no es tan fácil como el doctor decía. Quiero que sepas que por más seca y fría que soy, yo te amo con cada parte de mi corazón, siempre lo intentaba pero no podía demostrártelo y créeme que lo intentaba. Odio que la mayoría de nuestros recuerdos sean con peleas de por medio, solo se me vienen a la cabeza los malos recuerdos. Sé que vos me dirías que esté tranquila y que sí tenemos lindos recuerdos. A estas alturas ya no sé ni en qué pensar, solo quiero acostarme al lado tuyo, que me digas que todo va a estar bien y que siempre vas a estar conmigo.

 

Cömo extraño tu risa, tan rara pero contagiosa, tus chistes malos, como hablabas y hablabas por horas sin cansarte. Siempre me gustó escucharte ya que yo no era tan buena expresando lo que siento. Eras muy sociable y buena con todos, tenías amigos por todos lados y a quien le preguntaras tu nombre lo sabría. Lo que más resaltaba de vos era esa personalidad que te hacía sentir cómoda y bien al instante, creo que a los que les caías mal era porque no sabían lo que eras en verdad.

 

La mayoría de las personas quedan impresionadas al saber todo lo que pasaste, que seguías con tu sonrisa y buena onda. Es muy injusto que te pase esto a tan corta edad y con tanto que te quedaba vivir, hubiese querido que disfrutes un poco más. Pero a veces las cosas pasan por algo, ¿no?, al menos esa es la frase que siempre repetías cuando estábamos mal.

 

Lo que más me afecta no es el hecho de perderte, porque yo sé que no te voy a perder, siempre vas a estar en mi corazón. Lo que más me duele es el no poder vivir con vos tu típica adolescencia, los enojos, las decepciones, los llantos, el poder hacer de tu psicóloga al momento de que tengas tu primer ruptura amorosa, tus inseguridades con tu cuerpo, tu elección sexual, el tipo de ropa que decidas tener; que te enojes conmigo y no me hables por horas, las salidas con tu grupo de amigos/as, aprender lo que es amor propio, no depender de una persona, querer llorar y yo estar al lado tuyo, el no contarme todo lo que te pasa, decir “te lo dije” y sentarme a escucharte lidiar con eso, los cambios de humor...  Siendo sincera no puse ni la mitad de los problemas que tiene un típico adolescente, pero sé que si vos lo hubieras vivido, lo superarías.

 

A veces les quisiera decir a todos que disfruten la vida, porque nunca sabés cuándo va a llegar el final, pestañás y ya no estás presente para los que amás. Solo sé que ahora me toca disfrutar lo que más pueda mi vida porque sé que es lo que vos hubieras querido que hiciera, va a ser difícil, pero después de la tormenta siempre sale el sol y siempre te va a dejar una enseñanza. Vos sabés lo que yo te amo, lo que te cuidaba. Lamentablemente te tocó esto a vos y no sabes lo mal que me hace, el perder una hija no se lo deseo a nadie. 

 

Lo último que te voy a decir es que fuiste única y yo intenté ser lo mejor para vos. Siempre te voy a amar con cada parte de mi corazón y a pesar de que te faltaba mucho por vivir acepto que la vida te puso hasta ahí el límite. Te disfrute mucho y ahora solo me queda recordar lo bueno.

 

Hasta siempre, hija mía.