Capítulo 2. “Federico: sus amigos lo arruinaron”

 

Mi nombre es Federico… y sí. Yo fui parte de lo sucedido el lunes 29, pero tengo una razón por la que hicimos tal cosa, pero si no lo hubiéramos hecho, todos seguiríamos sufriendo. 

Yo, como la mayoría, era un peón en la escuela. Pero no, no lo hicimos por ser tratados como personas que no valían la pena conocer o siquiera hablar. No. Lo hicimos por la simple razón de que yo y los otros cinco sufrimos por culpa de los estudiantes y en otros casos por directivos y profesores. ¿Qué hubieran hecho en nuestro caso? Sabiendo que nadie ayudaba con los problemas que teníamos, eso es lo que le preguntamos a toda persona del pueblo que nos interroga sobre por qué hicimos eso. 

Y algunos se preguntarán qué es lo que hicimos que podría haber arruinado un instituto tan conocido en un pueblo pequeño, pero a la vez muy grande como desierto. No quiero spoilear pero lo único que les voy a decir es que lo destruimos. ¿Qué les puedo decir? Pueblo chico, infierno grande.

¿Cuál es mi relato? Esa fue una de las experiencia más feas de todas, pero la voy a contar, porque toda acción tiene un porqué, ¿no? El relato empieza el viernes 19 en el patio del colegio. 

- ¡Dale! ¡Vos podés!

Estábamos jugando un intercolegial con el secundario de un pueblo vecino, "El Callejón". Habíamos ganado el partido 2-0 y ese día conocí a un chico. 

-Eu! Qué bien jugás- su voz era muy cálida y suave.

-Gra..-quedé hipnotizado por su manera de vestir y hablar- ¿Cómo te llamás?

-¿Mi nombre?- sonrió- Me llamo Armando.

-¿Tenés algo que hacer?- me la jugué, tenía miedo de perder la oportunidad de conocerlo. 

-Ahora tengo que ir a mi casa, es muy de noche, a no ser que me invites un helado.

-Bueno, vamos.

Después de ir por el helado, le pedí su instagram y hablamos todo el fin de semana. Me cayó bien y yo le caí bien, todo era perfecto.

El martes 23 fuimos al cine a ver una película. Salí del colegio y fuimos al cine. Todo normal, pero mientras veíamos la película pasó algo. Fue como magia, nos miramos fijamente a los ojos y como si ambos estuviéramos esperándolo, nos besamos. 

¿Qué tiene eso de malo? Lo malo es que cuando mirábamos la película uno de mis amigos grabó el beso. Cabe aclarar que la mayoría de personas en la escuela eran homofóbicas, pero conmigo nadie se metía porque al ser parte del equipo de fútbol del colegio, tenía bastante fuerza y por eso nadie me molestaba.

Lo que pasó fue que mi "amigo" mandó esa foto a todo el colegio. Al día siguiente todos me miraban y se reían de mí, en algunos caso me tiraban huevos ¿Por qué no reaccioné? La verdad no hice nada porque estaba mal, me sentía traicionado, avergonzado, sentía que había arruinado tanto mi vida como la de mi amigo con derecho.

Luego el miércoles, el jueves y el viernes  se repitió todo esto, como si estuviera viviendo en un bucle. Lo peor es que Armando casi no hablaba conmigo porque sus padres lo habían retado ¿castigado por amar? Me pareció súper injusto.

Y eso fue todo. Para algunos será una razón tonta por la cual me uní a las otras cinco personas. Pero no dirían eso si lo hubieran vivido. Por eso pienso que esta escuela es un infierno.

 

-Fede, te tengo una propuesta.

-¿Una propuesta?¿Vivís debajo de una piedra? No voy a confiar en vos. 

-Tenés razón, pero al contrario que ellos, yo sé cómo se siente que todos se burlen de vos y nadie te tenga empatía.

Suspiré, tenía razón.

- Bueno, ¿qué querés?